
Hace pocos días me encontraba en una de las hoy frecuentes video conferencias hablando sobre la filosofía hermética del antiguo Egipto descrita en el libro El Kybalion; abordábamos el tema “El Principio de la Correspondencia”, que se resume en la frase: “como es arriba es abajo”.
Uno de los participantes pidió que explicara con un ejemplo esta frase de como es arriba es abajo; entonces se me vino a la mente los bosques tropicales del Noroccidente de Pichincha y sus gigantescos árboles, recordé una charla mantenida con Don Mariano Muñoz Oña, ecologista del sector, quien ha dedicado su vida a la conservación de los bosques tropicales; él solía decir que al contemplar el tamaño de un árbol imaginemos que la misma cantidad y volumen de ramas debe haber en proporción en las raíces que están bajo la tierra para poder soportar el peso y tamaño del mismo.
Como es arriba es abajo pensé, la misma forma que se proyecta hacia el cielo y las nubes, así mismo se entierra bajo la superficie de la tierra buscando fuentes hídricas, captando nutrientes y evitando la erosión de los suelos.
Don Mariano también solía decir que en los bosques que rodean el curso de los ríos del Chocó Andino, aún podemos encontrar centenarios árboles como el SANDI (Brosimun utile), COPAL (Dacryodes cupularis), TANGARÉ (Carapa Nicaraguensis), o el MORAL (Clarisa Biflora), que pueden llagar a medir hasta 50 metros de altura, estos son los “hermanos mayores del bosque” bajo la sombra de estos crece una variedad impresionante de especies, algunas de ellas abundantes como el Clavellin, el Guayacán, el Arrayán, el Cauchillo, el frutepan, etc.
Estos hermanos mayores, verdaderas torres naturales, soportan al gran ecosistema del bosque húmedo tropical, que cada vez va en desmedro debido a la industria maderera y a la expansión de la frontera agrícola.
Los últimos bosques tropicales del Noroccidente son el hogar de la vida silvestre, frutos y semillas son alimento de diversidad de aves como tucanes, pájaro toro, loros, pilchicos, guajalitos, gallos de la peña entre otros; en sus troncos con “bambas” habitan multitud de insectos, hormigas, pupas, comegenes, etc.; sus ramas alojan infinidad de líquenes, helechos, bromelias, orquídeas y hasta 200 especies vegetales que se nutren o cohabitan por cada uno de estos gigantes.
No hace falta entonces recurrir a la filosofía del antiguo Egipto para vivir el principio de como es arriba es abajo, como es el árbol son sus raíces, como es el hombre son sus valores, sus principios, su moral.
Sandy, Copal, Tangaré y Moral, hermanos mayores nos enseñan que para llegar a ser tan altos como ellos debemos tener unas sólidas raíces, para tener victorias públicas debemos primero tener victorias privadas.
Por la defensa de los valores culturales y ambientales del Chocó Andino.
Texto: Dr. Marcelo Villacis Molina
Fotografía: Patricio (Chino) Gonzales.
Conferencias y comentarios a:
marcevillacismo@gmail.com
17/05/2020
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